Los bancos que conforman la exhibición fueron tallados en madera por artistas indígenas de 41 grupos humanos de la Amazonía y de la Tierra Indígena del Xingú, en el estado brasileño de Mato Grosso. Utilizando técnicas ancestrales transmitidas por generaciones, estas piezas únicas llevan las marcas de identidad tanto del grupo de procedencia como del artista que las creó, realizadas con colorantes naturales. Cada banco refleja la cosmovisión de la comunidad, mostrando una diversidad de estilos, motivos y significados que abarcan desde lo ceremonial hasta lo cotidiano.
Las comunidades indígenas de esta región de Brasil han observado su entorno, permitiendo que el ambiente y su biodiversidad modelen las formas y diseños de sus bancos. De esta manera, diluyen la frontera entre el paisaje y la memoria histórica, recordándonos que somos la suma de ambos y que estos elementos habitan en nuestra cultura material.
Antes de su presentación en el Museo Franz Mayer, esta muestra se presentó en el John F. Kennedy Center for the Performing Arts (Washington, D. C., EE. UU.) y en Casa de América (Madrid, España).