Jorge Ismael Rodríguez: Uno, ninguno y cien mil

Formado como artista tridimensional ha desarrollado estrategias de intervención utilizando como plataforma el Arte Público, su obra se destaca por una particular poética de lo natural y una inusual capacidad para convertir a los espectadores (a quienes llama arte-simbiontes) en activos co-creadores de sus experiencias.

A lo largo de su trayectoria ha participado en más de 250 eventos de arte, realizado instalaciones, intervenciones en espacios públicos y privados, presentado performances, impartido talleres, dictado conferencias y ha recibido reconocimientos como el de “Artista del año” por el Proyecto Cultural Sur-Vancouver en 2006 y Primer Premio en la II Muestra Internacional de Arte Ultra-actual. Brasilia Brasil, ha desarrollado exitosas estrategias para el desarrollo de espacios escultóricos, grandes ambientaciones y duraderos procesos relacionales en Japón, España, Canadá, Francia, Colombia y México.

En los 80´Ss pasó de la escultura al arte objeto y a la instalación, de la instalación a la interacción y desde los 90s al dialogó de carácter simbiótico con el público para crear “obras experienciales” que generalmente pasaban por la deconstrucción y reconstrucción desde los puntos de coincidencia de sus micro ecologías culturales.

Usualmente dota a sus obras de valores simbólicos, ritualiza los procesos y siempre esta atento a encuentros fortuitos, considera que el encuentro en torno a un enunciado compartido es la base del “momento-obra”, en el que el artista se convierte en un catalizador que facilitar los procesos simbióticos entre el objeto de arte y el público a quien se esta dirigiendo, y que el éxito de la obra depende de la pertinencia de las preguntas que se plantea para construir la premisa detonadora de su acción. Afirma que esta premisa debe provenir del ecosistema cultural en que se establecerá la obra, “momento” al que llama, “el punto de fusión simbiótico”.