Enrique Tapia Ortiz “Gramos”: Soñadores


“Desconozco absolutamente los límites entre lo fantástico y lo real, para mi, lo real es absolutamente fantástico, lo fantástico es absolutamente real.” Juan García Ponce
La niñez, como siempre, es un lugar extraño y oscuro desde el cual nos construimos al futuro, desde lo que nos gusta, nos interesa y las búsquedas que realizaremos. Lo que jugamos demuestra el tipo de adultos que seremos, forma niños y adolescentes con cargas ideológicas que benefician o engañan. La producción de Enrique nos lleva a un lugar explorado por la juventud; los archivos de nuestra familia y amigos, un lugar real desde la imaginación y retorcido por la realidad. Los niños que juegan y pronto serán los jóvenes muestran aquellos lugares oscuros que todos queremos esconder. Estos soñadores son sin duda alguna quienes conectan con sus anhelos, deseos profundos y la realidad que nos lleva hacia donde nos imaginamos, caminando por recuerdos que nos inspiran o que nos lastiman. Seguimos adentrándonos en el misterio de lo que nuestra voluntad y la realidad nos demuestran.
El retrato de la niñez nos lleva desde un lugar adulto a mirar hacia atrás, las líneas de vida que tiramos siempre desestabilizan a los que somos y seremos. Miramos con perversidad algo que para los niños no lo es, con cierto recelo, lo que lleva al adulto a revisar su historia desde el prejuicio de la adultez y abrazar a las circunstancias que los formaron para llegar a realizarse o romperse en el camino de acuerdo a cada historia. El registro, solo es la primera parte del análisis de la imagen que se realiza al pintar la realidad pasada, captada y conservada que podría realimentar nuestra mente y romperla hasta la desesperación.
Ángel Nova
Pasado

