Sus conciertos, llenos de música para bailar, hablan de la vida costeña mexicana. “La Morena” se presenta con prendas de vestir que representan a su comunidad: la Costa Chica de Oaxaca. Cada canción evoca el tema de la tercera raíz y la historia de la negritud en México. Es imposible olvidar en sus conciertos piezas como La llorona y Dios nunca muere, que se han convertido en himnos. Para bailar está La bamba, La culebra y canciones típicas de su región. El piano marca los tumbaos y los instrumentos de respiración invitan a mover el cuerpo, mientras Alejandra baila claqué o zapateado sobre una plataforma de madera, ondeando un pañuelo rojo en señal de celebración.
El registro vocal de Alejandra es tan versátil que oscila entre una voz rural y una voz operística como la de Yma Sumac.
Lugar: Explanada de la Alhóndiga de Granaditas